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Jesús, Nicodemo y la comunidad de Juan

Un relato escatológico de los seguidores de Juan evangelista

Publicado: 2015-03-13
El famoso discurso que Jesús dice a Nicodemo acerca de la salvación de los hombres, tal vez nunca fue dicho por Jesús sino por una comunidad de cristianos posteriores. Aquí lo que dicen los estudiosos al respecto.
la cita
"Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por él vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»"
Juan 3: 14-21 (esta es la lectura correspondiente al 4to domingo de cuaresma, pero para el estudio se recomienda leer todo el capitulo 3 hasta el versículo 21)
el texto original no era así

Jesús está en Jerusalén. Juan no ha narrado ningún milagro allí (aunque Juan 2, 23-25 dice que realizó muchos. Los expertos creen que estos versículos son añadidos de Juan para preparar la escena siguiente con Nicodemo). Nicodemo se presenta ante Jesús en Juan 3, 2 y dice: 

"Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, a menos que Dios esté con él". 

El saludo sugiere que Jesús ya había realizado señales allí, por lo que se piensa que esta conversación entre Jesús y Nicodemo no ocurrió en este momento de la historia narrada por Juan sino mucho después. Y explico. 

Algunos estudiosos piensan que este relato fue en principio más largo, y que Juan, por alguna razón, lo dividió en tres partes colocadas en diferentes etapas de su narración evangélica. Las partes serían (y en el orden correcto):

1.  Juan 7, 45 - 52: 

"Luego los guardias regresaron a los principales sacerdotes y a los fariseos, y ellos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis? Los guardias respondieron: ¡Nunca habló hombre alguno así! Entonces los fariseos les respondieron: ¿Será posible que vosotros también hayáis sido engañados? ¿Habrá creído en él alguno de los principales o de los fariseos? Pero esta gente que no conoce la ley es maldita. Nicodemo, el que fue a Jesús al principio y que era uno de ellos, les dijo: ¿Juzga nuestra ley a un hombre si primero no se le oye y se entiende qué hace? Le respondieron y dijeron: ¿Eres tú también de Galilea? Escudriña y ve que de Galilea no se levanta ningún profeta".

2.  Nicodemo, entonces, hace caso a la recomendación y va a "escudriñar" al galileo. Sucede luego nuestro relato en cuestión Juan 3, 1-21.

3.  Se completa el discurso de Jesús con Juan 12, 31s: 

"Ahora es el juicio de este mundo. Ahora será echado fuera el príncipe de este mundo. Y yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo. Esto decía dando a entender de qué muerte había de morir. Entonces la gente le respondió: Nosotros hemos oído que, según la ley, el Cristo permanece para siempre. ¿Y cómo es que tú dices: "Es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado"? ¿Quién es este Hijo del Hombre? Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco de tiempo está la luz entre vosotros. Andad mientras tenéis la luz, para que no os sorprendan las tinieblas. Porque el que anda en tinieblas no sabe a dónde va. Mientras tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz".

El versículo 14 de nuestro texto en cuestión: "Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que cree en él tenga vida eterna", es fundamental para el argumento. En el contexto de la Pascua final de Jesús este versículo adquiere más sentido, pudiendo ser una premonición de su pronta e inminente crucifixión.

dibujo de cerezo barredo

Una comunidad que habla por jesús

No cabe duda que el contenido de Juan 3, 11-21 no son palabras de Jesús. El recuerdo que quedó en los discípulos fue, sin duda, la conversación de Jesús con Nicodemo y que finaliza con la pregunta de este «¿Cómo puede ser eso?» (v. 9). La respuesta a esa pregunta la da la comunidad de Juan. La mayoría de los estudiosos cree que se trata de un discurso catequético, tal vez una homilía de la Iglesia posterior, seguidores de Juan, recogida en este texto. “Nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio” (v. 11), así en plural transforma completamente el parlamento, ya no es Jesús quien habla sino un grupo de cristianos muy bien evangelizados. “Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre” (v. 13) sugiere que Jesús ya volvió al cielo de donde vino, el tiempo ya no es el tiempo de Jesús sino de la comunidad de cristianos. 

La respuesta contundente a la pregunta de Nicodemo (v. 9) se halla en v. 14: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por él vida eterna”. La mención a Moisés recuerda a la serpiente de bronce que éste puso en un mástil para sanar a los mordidos por las serpientes en el desierto (cf. Números 21, 9s), así mismo, cuando Jesús sea crucificado, quienes crean en él se salvarán. Esto es el culmen de lo que se ha llamado “el péndulo de la encarnación” presente en el evangelio de Juan: se inicia con la encarnación de Dios, luego la crucifixión, la resurrección, y el final del péndulo, la ascensión (“tiene que ser levantado” anuncia la cruz, pero sobre todo la resurrección y ascensión). Juan –o la comunidad que escribe- se deja influir principalmente por el poema del siervo sufriente de Isaías 52, 13: “He aquí que prosperará mi Siervo, será enaltecido, levantado y ensalzado sobremanera”; así se asegura que quede claro que estaba predicho en la escritura y era designio de Dios que Jesús fuera “levantado”.

El final del texto es escatología joánica, es decir, apunta a revelarnos lo que ocurrirá al final de los tiempos. “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su único Hijo” (v. 16) tiene un trasfondo del Antiguo Testamento muy claro, hace eco del sacrificio de Isaac (cf. Génesis 22, 2s); “Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él” (v. 17) revela el carácter escatológico de la presencia de Jesús en la tierra: su propia presencia ya es en sí un juicio, quienes crean se salvarán, quienes no crean no lo harán.

Juan deja ver su talante dualista, recogido tal vez de la espiritualidad gnóstica, en los versículos 19-21, confrontando abiertamente luz / tinieblas; obrar la maldad / obrar la verdad.

Los estudiosos, por último, consideran que el párrafo contenido en Juan 12, 46-48 se trata del mismo discurso de nuestro texto estudiado, pero con los matices de una interpretación diferente, hecha, tal vez, por la misma comunidad y puestas como palabras de Jesús.


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Escrito por

Enrique Mesías

Compositor, cantautor y músico. A veces, maestro de escuela. Desenterrar al Jesús histórico es mi pasión desconocida. www.enriquemesias.com


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Notsrí socavado

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