"Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles. Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían. De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. Simón y sus compañeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan.» El les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.» Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios."

Marcos 1:29-39

De pronto Jesús desaparece, ha ido a un lugar solitario para orar. Es interesante la insistencia de Marcos en resaltar la “ida”: “se levantó, salió y fue” (v. 35). Leamos en esta acción de Jesús un rasgo plenamente humano que podría acercarnos al Jesús histórico, y lo planteo en preguntas: ¿estamos ante un Jesús cansado y agobiado por la enorme demanda de los enfermos y poseídos? ¿O se trata de una primera decepción? Veamos: Marcos dice que Simón y los otros discípulos buscan a Jesús, pero no es cualquier búsqueda, Marcos utiliza “κατεδιωξαν = katedio̱xan” es perseguir con angustia, y revela la molestia de sus amigos por haber abandonado a la multitud. “Todos te buscan” (v. 37) es, sin duda, un reproche que manifiesta el deseo del pueblo de contener a Jesús. Sus discípulos son ahora voceros de la población. El pueblo quiere sanarse, quiere aliviar sus dolencias físicas y materiales, y Jesús lee en ese deseo motivos fuertemente egoístas. “Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos” (v. 38) es su petición que encierra muchas de sus verdades: Jesús ha venido a anunciar la Buena Nueva, los milagros están subordinados a este anuncio, él ha venido a predicar no a ser un hacedor de prodigios, por lo tanto su actuar no depende de las expectativas de la gente ni de sus discípulos. Por eso no todos fueron sanados, no están entendiendo su misión, Jesús siente que esto es un augurio de su fracaso. 

El Maestro se lleva a sus discípulos a los pueblitos de la región para predicar en las sinagogas y hacer algunos milagros, es su manera de introducir a sus seguidores en la entraña de su misión. Galilea entera los espera.

Sobre la casa de Pedro en Cafarnaúm