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El poseído de la Sinagoga

Un relato sobre la nueva doctrina de Jesús

Publicado: 2015-01-31
¿Jesús exorciza demonios? ¿Estos "endemoniados" están realmente poseídos? La importancia de Cafarnaúm y el poder de la palabra de Jesús. Este relato nos revela dos cualidades del Jesús histórico: su autoridad para predicar y su poder de exorcista.
la cita
"Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.» Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.» Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen.» Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea". Marcos 1:21-28
Cafarnaúm y la autoridad de Jesús

Cafarnaúm –“aldea de Nahúm” o “aldea de la consolación”- fue una pequeña ciudad situada en la parte noroccidental del lago de Genesaret (mar de Galilea). Como Nazaret, Cafarnaúm no aparece citada en los textos antiguos, tal vez por eso Jesús elige Cafarnaúm para iniciar su proyecto, aunque Josef Schmid nos propone otras razones: 

“Cafarnaúm estaba situada en la importante y antiquísima vía comercial de Damasco hacia el mar Mediterráneo, tenía una estación aduanera y una guarnición” (1958), 

y una sinagoga, dice el texto evangélico. En las casas de reunión para la celebración del sábado se leían La Torá (Ley de Moisés) y los profetas, a continuación, cualquier varón adulto podía decir la predicación. Jesús tomará la palabra muchas veces en sus visitas a la sinagoga los sábados y “enseñaba” (v. 21), aunque no se dice qué. Marcos no lo explica porque quedó claro en los versículos previos: “proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.» (vv. 14-15); sin embargo algunos estudiosos piensan que Jesús asombraba a sus oyentes más por el contenido de su doctrina que por su elocuencia, Jesús interpreta la Ley y la aplica a la vida cotidiana de sus oyentes como es la costumbre en las sinagogas, pero la sabiduría de Jesús parece no venir de maestros o tradiciones algunos (cf. Marcos 6,2), sino de su interior, su reflexión es original, y la expone “como quien tiene autoridad” (v. 22). No como los escribas. Estos personajes importantes de la sociedad judía del siglo I, son los especialistas en la Ley de Moisés, son sus intérpretes oficiales y maestros cercanos al pueblo; la enseñanza de Jesús es diferente a la de ellos: Jesús confirma su mensaje con acciones asombrosas.

el secreto mesiánico y el hombre poseído

Los estudiosos llaman “el secreto mesiánico” (Wilhelm Wrede por primera vez en 1901) a la insistencia de Jesús por ocultar su mesianismo a sus oyentes, incluso a quienes lo reconocen como el Mesías, (Marcos 8,30: “Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él”) que atraviesa, como una columna vertebral, todo el evangelio de Marcos. El episodio del exorcismo del endemoniado de la sinagoga de Cafarnaúm es el primer ejemplo de este recurso literario de Marcos. 

El hombre poseído hace dos preguntas y una revelación. La primera pregunta –“¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret?”(v. 24)- es un mecanismo de defensa, de rechazo; Marcos hace eco del desdén de la viuda hacia Elías: «¿Qué hay entre tú y yo, hombre de Dios? ¿Es que has venido a mí para recordar mis faltas y hacer morir a mi hijo?» (1Reyes 17,18). La segunda pregunta –“¿Has venido a destruirnos?”- en plural, es la afirmación de que Jesús viene para exterminar todo lo demoníaco, pues este demonio habla en nombre de toda su especie. Y “Sé quién eres tú: el Santo de Dios”, es la revelación. Aparece otra vez la semejanza con el “Hombre de Dios” en el episodio de Elías con la viuda (cf. 1Reyes 17,18); a muchos personajes del Antiguo Testamento se les ha reconocido con este título, pero aquí representa el reconocimiento de la plenitud carismática del poder de Jesús por parte de las fuerzas del mal. Los demonios han reconocido que Jesús es el Mesías, y de inmediato, Jesús los hace callar, «Cállate y sal de él» (v. 25), el secreto de su mesianismo debe quedar, por ahora, salvaguardado. La palabra de Jesús tiene autoridad y poder.

Dibujo de cerezo barredo

¿Poseído o alterado?

Por siglos los fieles han creído, y creen, que estos poseídos de los relatos evangélicos estaban realmente tomados por demonios malignos. A partir del desarrollo de la crítica textual y la crítica histórica, los estudiosos han propuesto explicaciones racionalistas a estas actitudes. El exégeta Fritzleo Lentzen-Deis, jesuita alemán, se pregunta acerca del origen de estos comportamientos anormales: 

“¿por propia culpa, por circunstancias internas o externas, por enfermedad o por accidente, o quizá por la situación social?” (1998); 

y John Dominic Crossan responde, casi con naturalidad, que “posesión demoníaca” y “trastorno múltiple de la personalidad” se trata de lo mismo, la diferencia reside en la interpretación que el contexto socio cultural le dará a este fenómeno. Los estados de trance –o “estados de alteración de la conciencia [EAC]”- existen en todas las culturas del planeta, pero sus rasgos, sus características, sus contenidos, estarán supeditados al esquema mental y al universo simbólico del poseído. Esto explica por qué una muchacha del oriente peruano “siempre” será poseída por un demonio de la selva y nunca por un demonio maya o africano, o por qué a un devoto católico se le aparecerá la virgen María y jamás Kali, la diosa madre del hinduismo. Al parecer, en el caso de los endemoniados de Palestina del siglo I, se tratarían de ciertas enfermedades mentales exacerbadas por la situación de opresión y miseria de una sociedad sometida al abuso del colonialismo romano (Crossan 1991 y 1994). Sin embargo, la Iglesia Católica, a pesar de muchos exégetas católicos que piensan diferente, sigue promoviendo como enseñanza la existencia de los demonios como seres espirituales. Los invito a leer, como ejemplo, el “Tratado de demonología y manual de exorcistas Summa Daemoniaca” del sacerdote católico José Antonio Fortea Cucurull (Editorial Dos Latidos, Zaragoza, España, 2012), que incluso se puede descargar libremente de internet. Lean los casos que presenta, son exquisitos. Ustedes podrán decidir entonces qué creer.

jesús el exorcista

Ante el exorcismo efectuado por Jesús, los asistentes repiten la reacción de admiración ante su predicación (cf. v. 27), es la confirmación de la verdad contenida en las palabras de Jesús, si antes estas palabras los había deslumbrado, ahora no tienen la menor duda. El relato no es histórico, es evidente el tratamiento literario que hace Marcos de él, pero sí recoge el recuerdo de sus primeros seguidores de la actividad taumatúrgica y de exorcista de Jesús: como fuere, el Jesús histórico realmente exorcizó y sometió a los “demonios”, o en palabras del mismo Jesús: 

“nadie puede entrar en la casa del fuerte y saquear su ajuar, si no ata primero al fuerte; entonces podrá saquear su casa” (Marcos 3,27). 

Nunca mejor dicho.



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Escrito por

Enrique Mesías

Compositor, cantautor y músico. A veces, maestro de escuela. Desenterrar al Jesús histórico es mi pasión desconocida. www.enriquemesias.com


Publicado en

Notsrí socavado

Reflexiones sobre el origen de los textos evangélicos. Ciencia e historia. Quienes quieran leer doctrina que vayan a misa.