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La historicidad del bautismo de Jesús

¿Juan realmente bautizó a Jesús?

Publicado: 2015-01-10
¿Juan el bautista realmente bautizó a Jesús? Un capítulo decisivo en la búsqueda del Jesús histórico. Un repaso al relato del bautismo en el evangelio de Marcos.
la cita
"Juan llevaba un vestido de piel de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.» Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él. Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.»" 
Marcos 1, 6-11
un profeta en el jordán

Desde las antiguas promesas de Dios (Ezequiel 36:24-26) los judíos se purifican con agua en piscinas particulares. El agua restablece la pureza de las personas, pero solo Dios perdona los pecados a través de los rituales de sacrificio del Templo. Para los estudiosos este es el principal rasgo de originalidad y de rebelión de Juan. Su ritual de bautismo perdona los pecados al margen del Templo. Además, para la gente, Juan está favorecido por el poder de Dios, lo llaman Mesías, y les recuerda la presencia de Elías: viste como él (2 Reyes 1:8: “«Era un hombre con manto de pelo y con una faja de piel ceñida a su cintura.» Él dijo: «Es Elías tesbita.»”); y predica donde éste fue arrebatado hacia el cielo (2 Reyes 2:11-13: “…Tomó el manto que se le había caído a Elías y se volvió, parándose en la orilla del Jordán”). Sin duda alguna, Juan es una molestia para las clases dominantes de Israel. 

Juan es un profeta de lo que los estudiosos han llamado «movimientos de renovación o restauración de Israel», y predicaba la conversión hacia una verdadera observancia de la Ley de Moisés ante la inminente llegada del Reino de Dios. En el bautismo de Juan, descrito por Marcos, las personas confesaban sus pecados –aunque no se entiende si lo hacían públicamente (Marcos 1, 5)- , y eran sumergidos en el río.

¿y lo bautizó o no?

Pues bien, estas son las dudas que plantean los estudiosos. Si Jesús se sometió al bautismo de Juan es porque comparte su visión del mundo y acepta su doctrina. En esta escena de Marcos, Jesús es inferior a Juan y necesita de su bautismo para convertirse. ¿Y confiesa sus pecados como el resto de los bautizados? No hay duda que este hecho –el bautismo de Jesús- es histórico: los primeros cristianos no inventarían una historia donde su Maestro divino apareciera como pecador, o al menos nos dejara esa duda, y en una situación de inferioridad con respecto al Bautista. “Es evidente la incomodidad que producía en la tradición cristiana tener que decir que Juan había bautizado a Jesús, pues daba la sensación de que ese gesto hacía de Juan un ser superior y de Jesús un pecador” (Crossan 1994). El esfuerzo de los evangelistas por solapar este encuentro hace evidente su historicidad. Juan realmente bautizó a Jesús.

dibujo de cerezo barredo

el bautismo de uno más

Otro asunto interesante se deja observar en este relato de Marcos. Aunque el evangelista se esfuerza por hacer decir a Juan que él es solo el mensajero del “otro” que viene, no deja claro que el bautista reconozca a Jesús como el enviado. El texto dice: 

“Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.» Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán”. 
Más claro: Juan promete la llegada del Mesías, luego aparece Jesús y Juan lo bautiza, sin reconocerlo, sin decir “este es”. De hecho, serán los demonios quienes reconozcan, primeros que nadie, a Jesús como “Santo de Dios” (Marcos 1:24)
un signo que solo jesús ve

Sin embargo nada de esto es importante para Marcos. En su relato el bautismo pasa “de medio lado” (porque le incomoda); a él le importa la teofanía, la escena final. Con esta imagen despejará las dudas del conflicto que le impone el bautismo de Jesús: Dios mismo lo señala como su hijo amado –Marcos usa como fuente Salmo 2,7: “Él me ha dicho: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy»” e Isaías 42,1: “He aquí mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma”-; el descenso del Espíritu y el cielo rasgado –cuya fuente es Isaías 63,19: “¡Ah si rompieses los cielos y descendieses”- son una manifestación propia de Dios, para que no queden dudas de su filiación divina. Lo interesante es que Marcos dice que solo Jesús vio, nadie más. Tal vez debamos interpretar que esta escena representa el momento (de reflexión interior) cuando Jesús descubrió su propio proyecto profético, inspirado en la figura del bautista, o es, como opinan algunos autores: 

“el afán de la Iglesia cristiana de la primera generación por definir a Jesús desde el mismo comienzo del relato evangélico primitivo; sobre todo, porque esa definición era necesaria para contrarrestar la impresión de que Jesús estaba subordinado a Juan, implícita en la tradición del bautismo del primero conferido por el segundo” (Meier 1991).
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*¿Sabes el verdadero nombre de Jesús? Aquí puede estar la respuesta.

Escrito por

Enrique Mesías

Compositor, cantautor y músico. A veces, maestro de escuela. Desenterrar al Jesús histórico es mi pasión desconocida. www.enriquemesias.com


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Notsrí socavado

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