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¿Por qué y para quién escribió Juan su evangelio?

Propósito y destinatarios del Cuarto evangelio

Publicado: 2015-01-03

Los estudiosos discuten el propósito del evangelio de Juan y en quiénes pensaba este cuando lo escribió. Aquí un resumen de las posibles conclusiones.

Los invito a leer primero el artículo: El Logos en el poema de Juan evangelista para entender mejor el presente.

por qué

Eusebio de Cesarea, en su Historia eclesiástica (VI 14, 7), recoge esta cita de Clemente de Alejandría

"Juan, el último, viendo que las cosas corporales habían sido ya expuestas en los evangelios, a instancias de sus discípulos y por divina inspiración del Espíritu hizo un evangelio espiritual". 

Juan conoce muy bien los evangelios sinópticos y los considera incompletos pues presentan una imagen de Jesús "corporal". Él describirá la imagen completa: Jesús es cuerpo, pero sobre todo es Espíritu. 

Juan escribe su evangelio para defender su idea de Jesús contra las autoridades religiosas judías, contra los discípulos de Juan el Bautista que aún consideran Mesías a su maestro (Jn. 1:20) y contra los otros grupos cristianos que leían a los sinópticos pero que aún no compartían esta nueva imagen de Jesús: ellos, siendo cristianos, aún no conocen la Verdad (Jn. 8:31-32).

para los seguidores del bautista

El experto Raymond Brown considera probable que los discípulos nombrados en Hechos 18,24 – 19,7 fueran seguidores de Juan Bautista, lo que significaría que hacia el 80 d.C. todavía existían hombres que pensaban en el bautista como algo más que un simple predicador, y que su bautismo había trascendido el territorio palestino, hasta Éfeso en este caso. Otro dato importante, continúa Brown, nos lo da un antiguo texto llamado "Recognitiones pseudo clementinas", escrito posiblemente en el siglo II, donde se menciona a Juan Bautista como Mesías por encima de Jesús. Este contexto podría explicar el contenido apologético del evangelio de Juan en contra del mesianismo de Juan Bautista.

dibujo de cerezo barredo

para los judíos celosos
La destrucción del Templo de Jerusalén por el romano Tito en el año 70 d.C en el marco de la Gran Revuelta contra Roma, condujo a los representantes de la religión judía, y a la religión judía, a una crisis especialmente particular: sin Templo, símbolo real de la presencia de Dios, el único monumento de cohesión sería La Ley (de Moisés, la Torá), obligando a sus representantes a una práctica “rigurosamente ortodoxa” de su fe, con el fin de sobrevivir a la crisis. Esto llevó a los judíos a expulsar de sus sinagogas a los cristianos y a considerarlos subversivos en relación al seguimiento de La Ley. Este nuevo contexto explicaría el lenguaje “apologético y polémico” del evangelio de Juan contra los judíos que por momentos llega a ser encolerizado (Jesús grita a los judíos: “hijos del diablo” en el cap. 8).
para los cristianos herejes

Por último, los estudiosos piensan que Juan escribió su evangelio para reafirmar su imagen de Jesús Dios pre existente en contra de aquellas proclamadas por otros grupos cristianos: las comunidades lectores de los Sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas) y sobre todo, los cristianos herejes de tendencias gnósticas que mostraban a Jesús como poseído por un eón celeste (Cerinto), que propugnaban el dualismo (cristianos ebionitas), que afirmaban que Cristo no se había encarnado realmente, que tenía un cuerpo aparente (docetistas). El filólogo y especialista en literatura del cristianismo primitivo Antonio Piñero cree que en el evangelio de Juan la verdadera imagen de Jesús solo se comprende tras su muerte, pues es el Espíritu Santo, el Paráclito, quien muestra, luego de su llegada, la verdad prometida. Algunos pasajes de Juan lo demostraría: 

14, 26: “Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho”; 
12,16:  “Esto no lo comprendieron sus discípulos de momento; pero cuando Jesús fue glorificado, cayeron en la cuenta de que esto estaba escrito sobre él, y que era lo que le habían hecho”; 
13,7: “Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde.»”. 
Juan es un entusiasta del Cristo, Hijo de Dios, del amor del Padre, del agua, del Espíritu, y pretende convertirnos a ellos.


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Escrito por

Enrique Mesías

Compositor, cantautor y músico. A veces, maestro de escuela. Desenterrar al Jesús histórico es mi pasión desconocida. www.enriquemesias.com


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Notsrí socavado

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