Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Conforme está escrito en Isaías el profeta: Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas, apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados. Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. Juan llevaba un vestido de pie de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»

Marcos 1:1-8

No hay razón alguna para suponer que Juan el Bautista no fue un personaje histórico. Flavio Josefo habla largo y tendido sobre él en sus Antigüedades de los judíos XVIII 116-119 (63-64 d.C.), y Orígenes cita a Josefo en su Contra Celso (248 d.C.), lo que nos asegura que no hay interpolación cristiana posterior en el texto original de Josefo como sí la hay en el Testimonium flavianum.

También es casi seguro que Juan y Jesús se conocieron y que este último fue discípulo del primero. Lo que no es seguro es que Juan haya pensado en Jesús como el Mesías prometido por los profetas. El discurso de Juan está unido a las profecías del final de los tiempos, él pensaba que el Reino irrumpiría pronto en sus vidas tal como lo pensaban ya los profetas apocalípticos de su tiempo, y tal como lo pensaría Jesús que había aprendido bien de su maestro; pero luego del anuncio del “más fuerte que viene detrás de sí” (v. 7), Juan bautiza a Jesús sin hacer ninguna declaración, como si bautizara a uno más de todos los que le oían. Luego, en otro momento de la historia, Juan enviará a sus discípulos a preguntar a Jesús si él era el Mesías esperado. Juan no lo sabía o no estaba seguro, o el evangelista construyó esa historia para conectar a Juan con la misión profética de Jesús aunque el primero ignorara esa misión.

Juan fue un verdadero estorbo para la plácida vida de las autoridades políticas y religiosas de Palestina, por eso lo mataron. Lo mismo ocurrirá con Jesús después. Los dos fueron llamados “Mesías” por quienes los conocieron.

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